Moussel acompaña a la higiene diaria de los españoles desde los años 60, siempre con su inconfundible aroma y botella octogonal, que apenas han sufrido modificaciones en estos 50 años. Una fragancia muy característica, agradable y evocadora, y una sensación espumosa y suave en la piel, que queda limpia y deliciosamente perfumada. Enriquecido con aceites esenciales es un auténtico placer en tu baño o ducha diarios.