Cepillos de dientes

¿Limpias tus dientes cada día? ¿Eres de los que alguna vez se ha preguntado si sigue una buena limpieza bucal?

Cepillar los dientes es algo que aprendemos desde que somos niños, pero eso no significa que lo hagamos correctamente. A veces no llegamos a todos los rincones de nuestra boca o no realizamos todos los pasos necesarios para completar el proceso con éxito. En este caso, el cómo también afecta al resultado. 

¿Quieres una boca de envidia y libre de afecciones que puedan estropearla? Con esta lista de pasos a seguir durante el cepillado lo tienes facilísimo.

Lo primero que debes de tener en cuenta es que deberás cepillar tus dientes y boca después de cada comida. 

Comienza utilizando tu cepillo de dientes favorito junto a la pasta de dientes más adecuada para ti. Moja tu cepillo con agua y pon pasta de dientes en él. Será importante que utilices la cantidad de pasta correcta, que corresponde a menos de la mitad de la superficie de las cerdas del cepillo de dientes.

Introduce el cepillo en tu boca y realiza movimientos suaves y cortos por toda la superficie de los dientes. Recuerda que debes cepillar la parte externa e interna de los dientes, así como la base. Los movimientos deberán ser de forma circular. 

Para que sea más fácil, puedes dividir la boca en sectores, así no olvidarás ninguna zona. Recuerda que debes cepillar todos los dientes y muelas, incluso las más dificiles de alcanzar. 

Las encías también son una parte importante de la boca. Para limpiarlas correctamente lo ideal es cepillarlas con suavidad, con movimientos de arriba hacia abajo en los dientes superiores y de abajo hacia arriba en los inferiores, es decir movimientos siempre orientados hacia el centro de la boca. 

La lengua, esa gran olvidada en la limpieza bucal. Aunque no lo creas, en ella también se acumulan bacterias por lo que deberás limpiarla. Lo correcto será utilizar el cepillo dental y pasarlo sobre la lengua con movimientos de dentro hacia fuera.  

Nota: En total, el proceso de cepillado de los dientes debería durar entre 2 y 3 min. 

Puede que únicamente con el cepillo no alcances a limpiar todos los huecos de los dientes, es por ello que gracias al hilo dental y el cepillo interdental podremos llegar hasta las zonas más complicadas de la boca, como los huecos interdentales.  

Por último, con un enjuague bucal conseguiras el frescor y el punto final para conseguir un cepillado profesional con una limpieza en profundidad. 

¿Cepillas tus dientes pero no tu lengua? ¿Con qué frecuencia debes limpiar la lengua?

La boca contiene muchos componentes y todos deben de ser limpiados, desde los dientes y muelas, pasando por las encias y paredes de la boca hasta llegar a la lengua. 

Cada una de estas partes presentan acumulación de bacterias y placa, por lo que si quieres tener una buena higiene dental y que tu boca esté libre y protegida contra posibles enfermedades bucales, deberas protegerlos y mantenerlos limpios. 

En concreto, la lengua es la causante del mal aliento y puede dar lugar a problemas de salud. Limpiarla es igual de importante que mantener limpias cualquiera de las otras partes de la boca. Para mantenerla sana deberas limpiarla mínimo 2 veces al día. Lo ideal es que comiences haciéndolo por la mañana y por la noche. 

Introducir este paso en tu rutina de higiene bucal no te quitará apenas tiempo y, a cambio, obtendrás una boca saludales y un aliento limpito y fresco como los alpes suizos.

¿Cepillo interdental? ¿Qué es? ¿Otro producto del que no tienes ni idea? ¡Te lo contamos!

El cepillo de dientes nos permite limpiar los dientes y muelas, y mantenerlos limpios y sanos, pero en muchas ocasiones no consigue llegar a cada una de las partes de la boca. ¡Qué pena! Una de estas partes son los espacios entre los dientes. Estas zonas son dificiles de alcanzar y pueden llegar a acumular gran cantidad de placa. Ouuh, no no. ¡Atrás!

Los cepillos interdentales son la gran solución. ¡Alelujah! Llegan a los espacios más inalcanzables y acabar con la suciedad alojada en los espacios interdentales, causantes de caries, gingivitis y otras afecciones bucales. 

Estos cepillos los podrás diferenciar fácilmente por poseer un cabezal fino y estrecho, capaz de llegar a las zonas más estrechas. 

Incluye esta herramienta en tu rutina de limpieza bucal y despreocúpate de sufrir los problemas derivados de la acumulación de placa y sarro. 

Tener un hijo es todo un desafío y puede ser hasta agotador. Este pequeño ser que a veces nos puede desesperar es un ser vivo andante que día a día aprende cosas nuevas. Muchas de ellas las aprende solo pero otras las debe aprender contigo. Uno de esos descubrimientos son las maravillosas rutinas, entre ellas, la rutina de higiene bucal. ¿Ya estás pensando en eso? ¿Se aproxima el momento? ¿Le temes? Don’t worry, chica. Vas a poder con ello con estos tips que te damos. 

Enseñar a los niños a lavar sus dientes puede asegurarles un futuro sin problemas dentales, reduciendo sus caries, placa y ofreciendo una higiene dental saludable. 

Guiarlos para introducir este hábito correctamente, puede resultar un dolor de cabeza, siendo sinceros, puesto que es algo nuevo para ellos y al principio puede resultar algo tedioso. Pero… ¡no te preocupes! porque para ayudarte hemos preparado una guía para conseguir que tu hijo realice una limpieza excelente en unos sencillos pasos y de forma totalmente independiente.

Lo primero que necesitas saber es que no existe una edad fija para que tu hijo comience a cepillarse los dientes solo. El momento llegará cuando el niño pueda sostener el cepillo de dientes por sí solo y sea capaz de realizar movimientos suaves sobre su propia boca, este será el momento indicado para que comience a realizar esta rutina por sí solo, pero bajo tu supervisión y directrices. En caso de que tu hijo no pueda realizarlo por sí solo, sigue los pasos por él, así podras ir preparándolo para cuando llegue el momento. 

Para que la limpieza sea la correcta deberá proveerse de un cepillo y pasta de dientes para niños. Estos productos se adaptan al tamaño y las necesidades de los más pequeños. Recuerde que también deberá utilizar una cantidad de pasta de dientes conveniente para un niño, lo que se corresponde con el tamaño de un guisante. 

Enseña a tu hijo a cepillar sus dientes con movimientos suaves y circulares. Para facilitar el cepillado y asegurarnos de que no se nos olvide ningun diente ni muela por cepillar, divide la boca en distintas partes imaginarias, así será más fácil para tu hijo llevar la cuenta. 

Es muy importante que tengas en cuenta limpiar todos los dientes, no solo los que están a nuestra vista, y cuando termines, puedes ayudarlo a que se acostumbre a la seda dental. Si tu hijo además aprende a usar el famoso enjuague bucal, mejor que mejor. Este le ayudará a llegar a limpiar las zonas más difíciles de la boca. 

Por último, os resultará mucho menos tedioso, tanto a ti como a tu hijo, si enseñas esta rutina como una oportunidad para experimentar, cuidarse e incluso disfrutar. Haz que tu pequeño vea lavarse los dientes como una pequeña aventurilla del día a día.