Espumas De Afeitar

Un buen afeitado es un auténtico placer, ¿verdad? La sensación tan fresca que te deja en el rostro, tan limpia. Además, también es una parte importante de la rutina de cuidado facial diario de muchos hombres. En este proceso, la espuma de afeitar es uno de los ingredientes fundamentales para realizar un afeitado eficaz. Esto se debe a que prepara la piel, humedeciéndola y abriendo los poros, facilitando así conseguir un rasurado eficaz y sin dañar la piel.

¿Alguna vez has probado a afeitarte sin usar espuma de afeitar? Es una experiencia extremadamente desagradable. La cuchilla no desliza bien y se engancha con facilidad entre el vello facial, costando enormemente realizar el afeitado, irritando la piel e, incluso, causando aparatosas heridas. Un completo desastre. Por eso, te recomendamos encarecidamente que uses una buena espuma de afeitar que cuida tu piel y te asegure un rasurado eficaz y cómodo. 

Estos son todos sus beneficios:

Prepara la piel para realizar el afeitado.

Suaviza el vello facial, haciendo más fácil su corte. Por lo que tendrás que hacer menos pasadas y tu piel no sufrirá tanto.

Hidrata la piel al mismo tiempo que la protege.

Ayuda a la cicatrización y curación de la piel.

Al facilitar el afeitado, evita irritaciones e infecciones derivados de posibles cortes.

¿Te has preguntado alguna vez por qué tienes que comprar una espuma de afeiter, pudiendo usar el jabón normal de casa? Pues bien. Lo cierto es que la espuma de afeitar está creada ex profeso para el afeitado. Por lo que, usándola, conseguirás unos resultados mucho más eficaces que con un jabón. También, si la espuma es de cierta calidad, además de ayudarte en el afeitado, tratará tu piel hidratándola, evitando irritaciones de la piel y favoreciendo la cicatrización. Por lo que siempre debes usar espuma de afeitar y no jabón.

Para aplicarte debidamente la espuma de afeitar, lo primero que debes tener en cuenta es el momento. El mejor es tras una ducha caliente, ya que la piel estará humedecida, los poros abiertos y el vello se habrá suavizado con el vapor. Si no es el caso, utiliza una toalla húmeda y caliente sobre la zona que vayas a rasurar para preparar la piel. Una vez humedecida la cara, aplícate la espuma de manera uniforme y abundante por todo el vello que quieras afeitar. De esta manera, estarás completamente preparado para comenzar tu afeitado, consiguiendo un rasurado perfecto.