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El aceite de almendras dulces es conocido desde antiguo por sus propiedades regeneradoras, especialmente en pieles muy irritadas, inflamadas, alérgicas o muy secas, ya que estimula la producción de elastina y colágeno. Funciona muy bien combatiendo estrías (embarazo, pérdida de peso) y se usa frecuentemente en las formulaciones de crema de manos. También puede usarse como alternativa natural para hidratar las pieles de los más pequeños de la casa, ya que protege eficazmente del eccema del pañal. Puede combinarse con otros aceites para crear un placentero aceite de masaje.
Se recomienda su uso diario preferentemente después del baño, con la piel limpia. Aplicar mediante masajes circulares por todo el cuerpo y/o cabello hasta su total absorción.